El concepto “agilidad” está hasta en la sopa. Es un término que está alcanzando la saturación pero que, en cambio, se aplica erróneamente en muchas organizaciones sin entender sus implicaciones reales. El origen de Agile se remonta al año 2001 y, como en tantas cosas, han de pasar más de 20 años hasta que se generaliza su uso en ciertas latitudes y sectores. Pero no os preocupéis, si estáis empezando ahora, o considerando un re-enfoque en su aplicación, lo bueno es que existe mucha experiencia acumulada sobre cómo ponerlo en marcha, y comparto aquí algunas claves.
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Hablemos de agilidad
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El concepto “agilidad” está hasta en la sopa. Es un término que está alcanzando la saturación pero que, en cambio, se aplica erróneamente en muchas organizaciones sin entender sus implicaciones reales. El origen de Agile se remonta al año 2001 y, como en tantas cosas, han de pasar más de 20 años hasta que se generaliza su uso en ciertas latitudes y sectores. Pero no os preocupéis, si estáis empezando ahora, o considerando un re-enfoque en su aplicación, lo bueno es que existe mucha experiencia acumulada sobre cómo ponerlo en marcha, y comparto aquí algunas claves.