A menudo se habla del “propósito” en el entorno empresarial, de hecho, es un término que se ha puesto relativamente de moda y que muchas organizaciones incorporan en sus páginas webs y material promocional desde hace años. En cambio, en la mayoría de casos se usa de forma banal y sin haber realizado un ejercicio riguroso de reflexión estratégica. El resultado: organizaciones que cada vez tienen más dificultad para atraer talento, y para mantener el rumbo en períodos convulsos como el que estamos viviendo.
Sin duda estamos inmersos en un ciclo de mucha incertidumbre, donde están cambiando las propias reglas del juego. Muchas empresas, universidades y administraciones públicas se enfrentan a problemas como: la imposibilidad de realizar una planificación estratégica a medio o largo plazo, la presión por no quedarse atrás en la digitalización de procesos, y la dificultad de motivar y atraer talento a la organización (de hecho, en España hay 100.000 puestos de trabajo que no logran cubrirse a pesar de haber 3 millones de parados). Ante esto, la mayoría de entidades no encuentra el tiempo ni la oportunidad de parar a reflexionar, ya que el día a día les absorbe; y se limitan a seguir adelante como se puede, sobreviviendo de una u otra manera… sin un propósito claro.
Y este es el problema, no se trata de sobrevivir, se trata de vivir: y hay una gran diferencia, lo primero es reactivo, lo segundo es proactivo. La mayoría de las entidades han perdido su rumbo, y centran su finalidad vital en la “supervivencia” y no en la “vivencia”. Es decir, ponen su foco en prioridades como “maximizar los beneficios” o “minimizar las pérdidas” o “mantener su statu quo”, perdiendo completamente su razón de ser. Esto es un grave error, porque supone una desvinculación de las raíces, y es un vivero de desmotivación de las personas, sobre todo las más jóvenes.
La buena noticia es que existen técnicas y metodologías de innovación para facilitar la reflexión estratégica y poder re-configurar los cimientos de una entidad. Para construir organizaciones fuertes e inteligentes, es necesario volver a los orígenes, y re-visitar el “propósito” o la “razón de ser”. Es un ejercicio complejo que debe de tomarse en serio y, aunque estoy preparando un micro-curso que ayudará a hacerlo a quien tenga interés, os explico cómo hacerlo en este infográfico, que espero encontréis de utilidad.
En el infográfico os doy un truco, que es una fórmula sintáctica para la creación de propósitos empresariales, a partir de la identificación de la motivación principal, los recursos más diferenciales de los que disponemos, y las expectativas clave de nuestros principales stakeholders. De modo que podemos usar esta construcción:
Existimos para [motivación y foco principal], a través de [recursos diferenciales], y con ello lograr [expectativas claves]
Además, os proporciono en la parte inferior del gráfico el ejemplo de un caso muy genérico de organización sin propósito (o con un propósito herido), frente al de una organización con un propósito o causa bien definida. La diferencia puede parecer un simple juego de palabras, pero es abismal; y la realidad es que la gran mayoría de entidades que conocemos han invertido el orden y, aunque no lo hayan definido formalmente, consideran que su propósito es la maximización de beneficios, o la minimización de pérdidas o el mantenimiento de su statu quo. Con ello confunden el medio (expectativa financiera) con el fin (para qué lo hago) y, es más, convierten el fin en el medio, involucionando a entidades sin alma, que no motivan y no inspiran.
El uso de este modelo, no debe de confundirse con la necesidad imperativa de establecer objetivos económicos, esto siempre será necesario en casi cualquier tipo de organización. Pero es importante hacerlo partiendo de una base sólida, el propósito, ya que actúa como columna vertebral de cualquier organización sana y capaz de generar valor.
Si te interesa llevar a cabo un proceso de diseño estratégico para re-visitar los fundamentos de tu organización, o tienes cualquier consulta al respecto, no dudes en contactar; estaré encantado de ayudar.
Muy a favor de micro y macro cursos de planificación estratégica de innovación